Hace tiempo que no escribo sobre series y recuerdo que la última vez que lo hice fue, precisamente, para comentar el grandioso final de la 5ª temporada de Crónicas Vampíricas, pero desde ese post a este han pasado cosas. Muchas cosas. Por ejemplo, la 6ª temporada fue nefasta. La serie estuvo dando tumbos de principio a fin, con grandes altibajos en la calidad de la trama, hasta estallar con un desenlace que nadie se esperaba: la marcha de Nina Dobrev de la ficción y, por consiguiente, la desaparición de su personaje, Elena Gilbert, que no acabó muerta (como todos esperábamos) sino convertida en la Bella Durmiente de Mystic Falls. Las redes sociales se llenaron de fans indignados que aseguraban no volver a ver la serie hasta que su protagonista regresara y yo he de confesar que, tras el batacazo del fin de Stelena y el empobrecimiento posterior de las tramas, pensé también en abandonar. Pero no lo hice y, por el momento, creo que tomé la decisión correcta porque la ficción vampírica ha dado un giro (y para bien).
AVISO IMPORTANTE: SPOILERS. Si no vas al día con la serie, mejor no sigas leyendo.
Sólo se han emitido cuatro capítulos en Estados Unidos (esta noche se estrena el 7x05) y ya se nos plantean varias tramas interesantes: quién es Damon Salvatore sin Elena, qué quieren en realidad los herejes, qué pasa con Caroline y Stefan, en qué bando está Enzo, qué poder tiene realmente la piedra fénix... La señorita Gilbert aparece como un ruido de fondo, pero lo cierto es que no se la echa de menos porque sin ella la serie ha adquirido una dimensión más oscura que recuerda, y mucho, a las primeras temporadas (solo que sin la constante necesidad de protegerla).
Hay tres planos temporales: el presente en Mystic Falls, poco después de la desaparición de Elena; flashbacks al pasado, ya utilizados en temporadas anteriores; y un futuro que nos muestra a los protagonistas tres años después. Cada salto temporal nos revela o nos adelanta aspectos sobre la trama que se va desarrollando, haciendo que el espectador ate cabos o imagine teorías que pueden ser acertadas o no, lo que contribuye a que el misterio y la intriga sean habituales.
Los hermanos Salvatore se reparten el protagonismo con Caroline, Bonnie y Alaric, personajes que cogen fuerza implicándose de lleno en los argumentos principales, y Matt sigue siendo un humano secundario e insignificante por mucho que ahora sea el sheriff, el pobre no despega ni aunque falten personajes.
Los herejes, villanos absolutos de lo que llevamos de temporada, son despiadados y, en cierto modo, recuerdan a la familia Mikaelson (a la que todos los fans de la serie añoramos desde que se mudó a Nueva Orleans para tener un show propio), lo que es un gran punto a su favor porque creo que la mayoría estaréis de acuerdo conmigo cuando afirmo que el mejor villano que ha habido en Crónicas Vampíricas ha sido Klaus.
Y luego está Lily, la madre de Stefan y Damon a la que rescataron del mundo prisión en el que estaba encerrada con el único fin de devolver la humanidad a Stefan y que ha resultado ser "la madre del año", haciendo referencia directa a las palabras que utiliza el pequeño de los Salvatore en una conversación con Elena para describir a Esther Mikaelson en el episodio en el que intenta vincular a Los Originales para acabar con ellos (Todos mis hijos, 3x15).
Con todos estos ingredientes hay de sobra para hacer una buena temporada y conseguir esa metamorfosis que la serie estaba pidiendo a gritos desde hace tiempo. La oscuridad y el matiz de malignidad que rodea a la actual Mystic Falls nos transmite de nuevo la esencia original de la ficción. ¡Ah! ¡Y han vuelto los diarios! Así que espero que Crónicas Vampíricas siga progresando adecuadamente.
Tráiler de la 7ª temporada:
Los hermanos Salvatore se reparten el protagonismo con Caroline, Bonnie y Alaric, personajes que cogen fuerza implicándose de lleno en los argumentos principales, y Matt sigue siendo un humano secundario e insignificante por mucho que ahora sea el sheriff, el pobre no despega ni aunque falten personajes.
Los herejes, villanos absolutos de lo que llevamos de temporada, son despiadados y, en cierto modo, recuerdan a la familia Mikaelson (a la que todos los fans de la serie añoramos desde que se mudó a Nueva Orleans para tener un show propio), lo que es un gran punto a su favor porque creo que la mayoría estaréis de acuerdo conmigo cuando afirmo que el mejor villano que ha habido en Crónicas Vampíricas ha sido Klaus.
Y luego está Lily, la madre de Stefan y Damon a la que rescataron del mundo prisión en el que estaba encerrada con el único fin de devolver la humanidad a Stefan y que ha resultado ser "la madre del año", haciendo referencia directa a las palabras que utiliza el pequeño de los Salvatore en una conversación con Elena para describir a Esther Mikaelson en el episodio en el que intenta vincular a Los Originales para acabar con ellos (Todos mis hijos, 3x15).
Con todos estos ingredientes hay de sobra para hacer una buena temporada y conseguir esa metamorfosis que la serie estaba pidiendo a gritos desde hace tiempo. La oscuridad y el matiz de malignidad que rodea a la actual Mystic Falls nos transmite de nuevo la esencia original de la ficción. ¡Ah! ¡Y han vuelto los diarios! Así que espero que Crónicas Vampíricas siga progresando adecuadamente.
Tráiler de la 7ª temporada:
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