Crítica de ‘El lado bueno de las cosas’

Valoración: 

Basada en la novela homónima de Matthew Quick, El lado bueno de las cosas está dirigida por David O. Russell y protagonizada por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence.

Pat (Bradley Cooper) regresa a casa de sus padres tras pasar ocho meses encerrado en una institución mental por agredir al amante de su esposa. Decide cambiar y adopta una actitud positiva ante la vida con la esperanza de recuperar a su exmujer, pero su mundo se pone patas arriba cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica problemática y con mala fama en el barrio. A pesar de que no empiezan con buen pie, entre ellos se irá desarrollando un vínculo muy especial que hará que encuentren el equilibrio que necesitan. 

La película está catalogada como comedia romántica, pero, en realidad, creo que encajaría mejor en el género de comedia dramática porque, aunque tiene toques humorísticos y el romance entre los protagonistas existe y tiene peso en la trama, lo más importante de la cinta, a mi parecer, es el tratamiento de la locura tanto de Pat, que sufre un trastorno bipolar y obsesivo-compulsivo, como de Tiffany, bipolar adicta al sexo tras la muerte de su marido. 

La historia es muy simple. Lo que la hace especial es el tratamiento de los personajes, sobre todo de los protagonistas. Pat y Tiffany podrían ser dos jóvenes normales que, simplemente, se conocen y se enamoran, pero en lugar de eso nos encontramos con dos personas complejas que, asumiendo sus problemas, intentan encontrar un punto de apoyo que les ayude a ir por el camino correcto. 

En general, el largometraje tiene ritmo y no permite que el espectador pierda el interés. Además, tiene escenas que, seguramente, queden grabadas a fuego en la memoria de muchos, como cuando Pat tira un libro por la ventana porque no le gusta el final, el numerito de Tiffany en el restaurante o el baile de los dos protagonistas. 

Bradley Cooper está estupendo. Actúa con tal naturalidad que parece que el trastorno de Pat ha estado siempre ligado a su personalidad. Por su parte, Jennifer Lawrence sorprende, sobre todo porque su rol es muy diferente al de Katniss Everdeen en Los Juegos del Hambre, personaje por el cual saltó a la fama. Aun así, y a pesar de que el papel de loca desquiciada le viene como anillo al dedo, me esperaba un poco más de su interpretación, ya que no hay que olvidar que, gracias a ella, la actriz recibió su primer Oscar, además de un Globo de Oro y premios varios. 

El lado bueno de las cosas, que ha cosechado múltiples éxitos, combina momentos cómicos, tensión, violencia y alguna que otra escena romántica. Un cóctel perfecto que ha conseguido que millones de espectadores en todo el mundo consideren la cinta como una de las películas del año.