Tras el gran éxito cosechado por Maldito karma, David Safier vuelve a la carga con Buda y la reencarnación en Más maldito karma, una novela que versa sobre lo mismo que la anterior aunque no puede considerarse necesariamente una segunda parte.
Con Maldito karma me reí y lloré prácticamente a partes iguales. Me pareció ingeniosa y original, por lo que no pude esperar a leer Más maldito karma en cuanto salió y quizá, por mis altas expectativas y continuas comparaciones, no he podido disfrutar del libro tanto como debiera.
Los personajes no tienen nada que ver con los del libro anterior (a excepción de Casanova, que vuelve a hacernos reír con las ocurrencias recogidas en sus memorias) y la historia, a grandes rasgos, tampoco, pero, en realidad, es el mismo perro con distinto collar: la muerte hace que los protagonistas se reencarnen en hormigas e intenten acumular buen karma para subir peldaños en la escalera de la reencarnación y poder estar más cerca de las personas a las que aman, aunque quizá la mayor diferencia estriba en la resolución de la historia que, por otro lado, se deja enrtrever según avanza la trama del libro.
A pesar de no estar al nivel de su antecesora, la novela es ágil, amena, divertida y entretenida. Te hace reír y te engancha, hayas leído Maldito karma o no, y te hace reflexionar sobre lo verdaderamente importante en la vida, que para el autor está tremendamente claro: el amor.
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