Me encontré con París 2041 por casualidad un día que buceaba en la web de La casa del libro en busca de nuevas lecturas y, tras leer su sinopsis, no tuve ninguna duda de que el libro de Ezequiel Szafir tenía que caer en mis manos.
La novela nos traslada a un futuro más o menos cercano en el que Europa está dominada, en su mayor parte, por totalitarismos de derechas. Aunque se mencionan las situaciones de España, Grecia, Italia y algún otro país en 2041, la historia se desarrolla en Francia, concretamente en París.
La ciudad de la luz está gobernada por un partido autoritario radical que tiene un ala fascista. Las libertades está mermadas y la ciudad está dividida: una parte es de los ciudadanos franceses puros mientras que los musulmanes se encuentran en la llamada Zona Libre, un gueto amurallado que tiene las vías de acceso controladas y restringidas.
Una vez que el autor comienza a describirnos este mundo es inevitable pensar dos cosas: la primera, la cantidad de similitudes entre este futuro ficticio y la Alemania nazi, y la segunda (y mucho más inquietante), la posibilidad de que sea lo que realmente nos espera, ya que el libro explica que se ha llegado a esta situación tras varias décadas de crisis económica y el auge del terrorismo islámico, describiendo una realidad que, desgraciadamente, no nos es ni tan lejana ni tan desconocida.
Miembros de la Resistencia Francesa unen fuerzas con organizaciones islámicas de la Zona Libre para derribar el muro y comenzar una lucha por la igualdad, derrocar al Comandante y poder volver a disfrutar de la democracia perdida. A través de Antoine, Nicholas y Farida somos testigos de cómo se va tejiendo la telaraña necesaria para propiciar la caída del régimen y, a través de ellos también, vamos completando la visión de ese futuro tan escalofriantemente posible.
La novela es amena, directa, adictiva y fácil de seguir, pero los personajes son muy planos, son simples narradores con los que no estableces un vínculo profundo, pues no llegas a conocerles lo suficiente. Además, la historia de amor entre Antoine y Farida se queda coja, no se desarrolla de una manera natural sino que está forzada, acelerada, y por eso, y teniendo en cuenta el contexto en el que se da, no es verosímil.
Aún así, París 2041 es una novela que me ha hecho reflexionar sobre la situación actual del mundo y sobre a dónde nos dirigimos, por lo que su lectura ha merecido la pena.
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